, entre todos esos valores, el mayor de todos, el AMOR en mayúsculas que corre por cada arteria y es impulsado por los corazones de cada amigo o amiga bloguera en este convivir que no conoce espacio ni tiempo y que tantas alegrías me ha dado. Como el pececito valiente, yo también "salto" de mi pecera en busca del encuentro de otros "peces", al sentir que los seres humanos necesitamos, por naturaleza, junto al alimento, convivir con otros seres humanos. Soy afortunada, hoy muchas ventanas se abren para lanzar al viento palabras de agradecimiento a la amistad en cada forma y manera.
Con amor.
Libertad.