domingo, 10 de octubre de 2010

Hoja Caduca

No comprendes el por qué de tu tristeza.

_“Nada ha cambiado, los problemas cotidianos son los mismos hoy que ayer. no sé qué me ocurre_ ”, me cuentas apesadumbrada.

¿Ves como todo en la naturaleza muda, querida amiga ? Lo hace tan deprisa que pareciera lo tenía todo previsto y listo para el cambio.

El verano nos deja de un día para otro, literalmente. Se va sin avisar y sin despedirse; el paso de una estación a otra es tan brusco que no nos da tiempo a asimilarlo y, casi sin darnos cuenta, la tristeza aparece. Y nos preguntamos qué es lo que ha cambiado de ayer a hoy.

Observa la naturaleza ; los árboles se desnudan y alfombran con sus viejos ropajes todo a su alrededor. A simple vista parecen vencidos después de tanto esplendor pero solo es exteriormente. Las hojas muertas sirven de alimento a sus raíces. Ahora les toca crecer por dentro y fortalecer aún mas el tronco; el cambio es necesario para seguir avanzando; eso hará que broten de nuevo sus hojas y que se haga aún más grande en primavera, de nuevo a la vista de todos, dirección al cielo.

Así, querida amiga lectora, noso

tros, al igual que los árboles, mudamos con el cambio de estación. No siempre es época de florecer. La primavera nos invita a cambiar nuestro atuendo, contagiados por el colorido del hermoso paisaje. Y en el verano nos vestimos de alegría, ayudados por el calor del sol, que nos regala hermosos y largos días con noches cálidas para compartir con nuestros seres queridos. Y, de pronto, todo eso desaparece. Todos vuelven a la rutina, y la expresión en sus caras cambia con la humedad.

Pero, recuerda a los árboles, es solo exteriormente. Ellos nos muestran el camino; miremos hacia dentro, sí, hacia nosotros mismos ; nuestras raíces están necesitando alimento. Son ellas una parte vital que

debemos cuidar y mimar. La tristeza es sólo que no logramos ver esa parte escondida que nos puebla. Solo vemos un solo color, en una paleta llena de colores. Miremos más detenidamente y encontraremos toda la alegría que sigue con nosotros, acompañando a ese halo de tristeza.

Ya se qué me vas a decir. No comprendes por qué a otras personas no les pasa. También existen árboles que no dejan caer sus hojas en otoño, es su naturaleza aunque algunos se convencen de que son “árboles perennes, cuando en realidad son caducos, como tú. pero eso no significa que el letargo del otoño no llegue también para ellos. A todos nos invade pero existen personas como nosotras, somos de hoja caduca y usamos nuestra melancolía y nuestro silencio para nutrir esas bellas raíces. Desde fuera no se nota pero el otoño te ayudará a seguir fortaleciéndote por dentro.

¡Lo mejor está aún por llegar!No olvides el hermoso regalo que tienes, tu vida. Te propongo un pequeño plan, ¡aceptas? . Mañana, no importa como te sientas, guarda un ratito para ti, arréglate y sal a la calle. Si llueve lleva un paraguas bajo el brazo y camina atenta pues los milagros están esperando en todas partes. Sonríe a la tristeza como si fuera un espejo;ella no podrá hacer otra cosa que reflejar tu sonriente cara.Y si aún tienes ganas de llorar, llora conmigo o hazlo con alguien cercano . Compartir nuestro llanto ayuda a que desaparezca más pronto.

¡Feliz Otoño, mi preciosa amiga de hoja caduca!

Con amor.

Libertad.


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